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jueves, 24 de noviembre de 2011

Homenaje a Krassnoff. Por Héctor Salazar Ardiles, abogado. Escuela de Derecho de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano

Lo cierto es que el mentado homenaje plantea dilemas de fondo que solo pueden ser respondidos desde un plano moral, y es allí donde determinados silencios resultan significativos.

Cambio 21

El homenaje organizado, con el auspicio del alcalde de Providencia, hace unos días a Miguel Krassnoff, condenado por crímenes de lesa humanidad, actualmente cumpliendo su sentencia de privación de libertad, ha sido objeto de atención mediática y ha promovido pronunciamientos de las más variadas índoles.

Sin embargo, no son esos pronunciamientos los que motivan este comentario, sino más bien algunos silencios que se hacen sentir pesadamente.

Lo cierto es que el mentado homenaje plantea dilemas de fondo que solo pueden ser respondidos desde un plano moral, y es allí donde determinados silencios resultan significativos.

Entre ellos, cabe resaltar el de los pastores de la Iglesia Católica. Más necesario resulta oírlos, si se tiene presente que a dicho "homenaje" asistió un sacerdote de su iglesia, y las repetidas apelaciones religiosas que allí se vertieron.

Necesario se hace conocer la opinión, por ejemplo, de Monseñor Ezzatti, Presidente de la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica chilena, que como pastor de una inmensa grey de creyentes, debiera captar la tremenda desorientación que causa la presencia de un clérigo en un acto tan controvertido como criticado.

¿Cabe, desde la perspectiva de la moral cristiana, homenajear a una persona que sometida a juicio con todas las garantías del debido proceso, ha sido condenada por reiterados crímenes de la más alta gravedad y connotación?

¿Es aceptable, que una autoridad pública auspicie un evento de estas características?

¿Un partido político puede brindar soporte moral a uno de sus militantes que convoca a un acto de esta naturaleza?
¿Un sacerdote católico puede concurrir a esta clase de homenajes?

Pero estas interrogantes cabe también formulárselas a otras entidades morales que hasta el momento también guardan un pesado silencio.

¿Qué opina la Masonería chilena? ¿Qué opinan las diversas iglesias protestantes, algunas de las cuales se han hecho oír vigorosamente respecto de otros ámbitos?

Hemos leído el testimonio personal de Gabriel Zaliasnik respecto a su historia familiar y los hechos que lo vinculan con los ascendientes del señor Krassnoff y la inclinación antisemita de este último, historia que nos lleva a recabar también un pronunciamiento de las organizaciones judías en Chile sobre la inconveniencia de homenajear a sujetos con ese historial.

En definitiva, lo sucedido con relación a Krassnoff nos interpela ante todo en un plano moral y echamos de menos unas palabras de quienes precisamente declaran que ese es su ámbito de acción.

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