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martes, 20 de noviembre de 2012

El curioso destino de los cinco ex DC que acompañaron a Adolfo Zaldívar. Los únicos dos diputados dejaron el PRI por oponerse a firmar un pacto con la derecha

Por Guillermo Arellano
Con Piñera en el poder, el otrora líder “colorín” se instaló en la embajada de Chile en Argentina. Jaime Mulet, en tanto, recaló en el PRO, donde estuvo cerca de ser candidato a alcalde, aunque se vislumbra que intentaría volver a la Cámara por Vallenar el año que viene.
Los referentes de la extinta ala "colorina" de la Democracia Cristiana que le siguieron la huella a Adolfo Zaldívar cuando éste fue expulsado de la falange el 2007 (por negarse a la entrega de fondos extras para el Transantiago en el gobierno de Michelle Bachelet y tildar de "mafia siciliana" a la directiva de esa época), de vez en cuando cobran vigencia, sobre todo cuando hay un conflicto de por medio.

El último dice relación con el Partido Regionalista de los Independientes (PRI), entidad a la que llegaron en 2008 Alejandra Sepúlveda y Pedro Araya (diputados en ejercicio), además de Jaime Mulet, Carlos Olivares y Eduardo Díaz, parlamentarios que perdieron el escaño en la elección de 2009, al igual que el propio Zaldívar, que venía de ser presidente del Senado y legislador por la región de Aysén.

El primer cisma de los ex DC se produjo cuando Zaldívar expulsó a Mulet del PRI luego que éste último apoyara a Marco Enríquez-Ominami en la primera vuelta de 2009 y deslizara un respaldo a Eduardo Frei en el balotaje.

Ya con Piñera en el poder, el otrora líder "colorín" se instaló en la embajada de Chile en Argentina, en reemplazo del abogado de RN Miguel Otero. Mulet, en tanto, recaló en el Partido Progresista (PRO), donde estuvo cerca de ser candidato a alcalde el pasado 28 de octubre, aunque se vislumbra que intentaría volver a la Cámara Baja por el distrito de Vallenar el año que viene.

Se aburrieron

A regañadientes los diputados Alejandra Sepúlveda y Pedro Araya siguieron en el PRI, pero muy distantes de la línea pro-derecha que desde Buenos Aires monitorea Adolfo Zaldívar y que en Santiago comandan Carlos Olivares, ex legislador por Cerro Navia (actual timonel), y el abogado y funcionario de Piñera, Eduardo Salas (consejero nacional).

Todo se complicó aún más cuando Salas apareció en los medios como el líder de un grupo que busca definir -en el Consejo General de los días 12, 13 y 14 de enero- una posición política que apruebe la participación del PRI en las primarias de la derecha y lograr un pacto parlamentario con la UDI y RN. Hasta se habla de un acuerdo "PRI+Alianza".

En una declaración entregada a la prensa, el dirigente dice que "en el documento ´El Nuevo Centro´ (de octubre de 2011) reafirmamos la necesidad de mantener este tipo de acuerdos para enfrentar los desafíos electorales que vienen y que se producirán durante el año 2013. Nuestra propuesta es ser un actor de centro visible en las primarias de la centroderecha. Creemos que si este nuevo centro se integra a ese desafío, dichas primarias podrán legítimamente denominarse de centroderecha y no simplemente de derecha".

Según el profesional, en materia de alcaldes se dieron "acuerdos tácitos por omisión" con el oficialismo, lo que sumado a "nuestra línea de colaboración con el gobierno", a su juicio, "no afecta la identidad de centro regionalista del PRI".

Poe esto y más, desde hace meses que Sepúlveda (ex presidenta de la Cámara) y Araya estaban con la militancia "congelada" en el partido, instancia que ambos aprovecharon para presentar su renuncia el pasado 8 de octubre ante el Servicio Electoral. Y claro, como tal acto de dimisión se informa formalmente un mes después, en buen chileno, la ida de los congresistas del PRI "pasó piola".

Por el momento, la mesa priísta aún no ha sido notificada de las renuncias, pero es un hecho que sólo es cosa de tiempo que la entidad regionalista, que en las recuentes municipales obtuvo el 7,7% de los votos, se quedará sin representación parlamentaria.

Más reclamos

Otra de los motivos que terminaron con la paciencia de los diputados Sepúlveda y Araya fue la vinculación de importantes militantes del PRI con el gobierno de Piñera.

Como datos, durante el año pasado se rebeló que Eduardo Salas, ex candidato a diputado, de acuerdo a los registros del portal Chile Transparente, fue "asesor de la División de Relaciones Políticas e Institucionales del ministerio general de la Presidencia", con un sueldo mensual de 1.666.666 pesos y con contrato hasta el 31 de diciembre de 2011. Fue oficializado en el cargo luego de ingresar a la Segpres durante el 2010.

A su vez, Alejandra Bravo, ex concejal de Colina, apareció en la nómina de trabajadores del gobierno, específicamente en el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), lugar donde ejerció las tareas de "asesorar y apoyar al equipo de Planificación y Seguimiento para todos los programas del área, colaborar en los procesos de planificación y control de gestión del área y recolectar, validar y sistematizar la información de los programas". En su rol de "Experta en Gestión de Programas Sociales" ganó un sueldo de 1.333.333 pesos.

Por último, Yuri Olivares, también ex candidato a diputado, figuró en la misma página web como "apoyo profesional de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), con un salario de 2.436.384 pesos cada 30 días. Este profesor de Historia fue trasladado a la categoría de planta el 1 de mayo de 2011.

Linda familia

El quinto "zaldivarista" ex DC en cuestión es Eduardo Díaz del Río, hijo del fundador del Partido del Sur, Eduardo Díaz Herrera.

Además, el ex diputado por Pitrufquén es hermano de Gonzalo Díaz, jefe de seguridad de la Región Metropolitana y ex asesor de la subsecretaría de Prevención del Delito que dijo que "en el mundo privado ganaba más plata (que los $3.333.333 que recibía mensualmente) y lo que estoy haciendo es un sacrificio"; y también hermano del actor Pablo Díaz, quien sostuvo una ácida polémica con el precandidato presidencial Franco Parisi por un presunto lío familiar y de dinero que nunca pudo comprobarse.

Lo curioso es que Díaz del Partido Del Sur se pasó a la UDI. Luego se mudó a la Democracia Cristiana, a petición de Adolfo Zaldívar cuando presidía la falange, y posteriormente ingresó al PRI. Incluso dirigió por algún tiempo la entidad cuando Mulet demandó a Zaldívar una vez que fue concretada la "tarjeta roja" de la institución.

Su futuro político está en la nebulosa, aunque no se descarta que Díaz del Río vuelva por sus fueros en la región de La Araucanía.

Foto: La Tercera.

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