Con una protesta pacífica en el frontis de la
Clínica Indisa la familia y amigos de la tanatóloga recordará este
martes 6 el fatal día cuando quedó con daño cerebral irreversible.
Cambio 21
Cambio 21
Cuatro
años en estado vegetal cumplirá el próximo martes 6 la forense que
llevó innumerables casos de detenidos desaparecidos, Patricia Hernández
Mellado (54).
Su familia y amigos han querido recordar esta fecha con una manifestación pacífica en el frontis de la Clínica Indisa, donde en 2008 la tanatóloga, y una de las fundadoras de la la Unidad de Identificación del Servicio Médico Legal (SML), ingresó a pabellón para operarse unos nódulos cancerosos a la mama y sufrió un daño cerebral irreversible.
Ximena Hernández, hermana de la paciente, contó a Nación.cl que el martes, al mediodía, se reunirán los parientes, amigos y cercanos de la especialista en el acceso del centro médico para manifestar su rechazo a lo ocurrido.
"Nos instalaremos pacíficamente, llevaremos fotos de Patricia y ésta será nuestra manera de recordar el aniversario", sostuvo.
Aunque no es una fecha para celebrar, en esta ocasión la familia tendrá un motivo para tener esperanzas de que se esclarecerá lo que ocurrió exactamente el día que la tanatóloga ingresó al pabellón.
La razón por la cual esta fecha será distinta es que el 17 de octubre pasado fue formalizado en el 8° Juzgado de Garantía de Santiago el anestesista Álex Valencia Allende por la responsabilidad que le cabe durante la intervención quirúrgica.
La familia de Hernández tildó el caso como "negligencia médica" porque la especialista estuvo casi 10 minutos sin oxígeno durante la operación (hipoxia) y apunta a Valencia luego que, en el marco de la indagatoria, sostuvo que "el oxímetro (aparato que mide el oxígeno en la sangre) estaba malo y tuvieron que ir a cambiarlo".
Valencia quedó con arraigo nacional durante los 150 días que durará la investigación.
El 6 de noviembre de 2008, a las 4 de la tarde, Patricia Hernández, quien tuvo un destacado papel en la identificación de restos de víctimas de derechos humanos, salió del pabellón de Clínica Indisa con un daño cerebral irreversible.
Su familia se querelló por negligencia médica y el 8° Juzgado de Garantía de Santiago acogió a tramitación el recurso. La familia exige una indemnización de más de $600 millones.
Desde el día de la operación cambió drásticamente la vida de la madre y hermanos de la doctora.
La forense es cuidada día y noche por enfermeras. Se alimenta con sondas y usa pañales. Los gastos que implica mantenerla hospitalizada en su hogar ascienden a más de 5 millones mensuales.
Sus hermanos se encargan de comprar los medicamentos y alimentos especiales que se requieren.
El año pasado, cuando se cumplieron 3 años de la cirugía que truncó la vida de Patricia, su madre, Nora Mellado, organizó en su casa de Ñuñoa, donde permanece la tanatóloga, un encuentro con los amigos y cercanos de la enferma.
Su familia logró el objetivo de que éste fuera un encuentro "de alegría, unidad y reflexión", según recuerdan.
Patricia se encuentra en su habitación de siempre. Desde que se separó se quedó viviendo en la residencia de su madre junto a su única hija Estrella Azócar.
Le encantaba estar con sus hermanos y reunirse con amigos a los que solía interpretarles el I Ching en el living de la casona familiar, decorada con muebles rústicos y plagada de recuerdos.
Hoy tiene la mirada extraviada, y a veces, sufre convulsiones. A veces es afectada por dolores intensos, porque al parecer el cáncer que la afecta, y que no fue tratado, podría haberse generalizado, detalla su hermana.
Ximena remarca que mucha gente cree que su hermana está "descansando", pero que en realidad "se ve que sufre y que es afectada por agudas molestias" .
Su familia y amigos han querido recordar esta fecha con una manifestación pacífica en el frontis de la Clínica Indisa, donde en 2008 la tanatóloga, y una de las fundadoras de la la Unidad de Identificación del Servicio Médico Legal (SML), ingresó a pabellón para operarse unos nódulos cancerosos a la mama y sufrió un daño cerebral irreversible.
Ximena Hernández, hermana de la paciente, contó a Nación.cl que el martes, al mediodía, se reunirán los parientes, amigos y cercanos de la especialista en el acceso del centro médico para manifestar su rechazo a lo ocurrido.
"Nos instalaremos pacíficamente, llevaremos fotos de Patricia y ésta será nuestra manera de recordar el aniversario", sostuvo.
Aunque no es una fecha para celebrar, en esta ocasión la familia tendrá un motivo para tener esperanzas de que se esclarecerá lo que ocurrió exactamente el día que la tanatóloga ingresó al pabellón.
La razón por la cual esta fecha será distinta es que el 17 de octubre pasado fue formalizado en el 8° Juzgado de Garantía de Santiago el anestesista Álex Valencia Allende por la responsabilidad que le cabe durante la intervención quirúrgica.
La familia de Hernández tildó el caso como "negligencia médica" porque la especialista estuvo casi 10 minutos sin oxígeno durante la operación (hipoxia) y apunta a Valencia luego que, en el marco de la indagatoria, sostuvo que "el oxímetro (aparato que mide el oxígeno en la sangre) estaba malo y tuvieron que ir a cambiarlo".
Valencia quedó con arraigo nacional durante los 150 días que durará la investigación.
El 6 de noviembre de 2008, a las 4 de la tarde, Patricia Hernández, quien tuvo un destacado papel en la identificación de restos de víctimas de derechos humanos, salió del pabellón de Clínica Indisa con un daño cerebral irreversible.
Su familia se querelló por negligencia médica y el 8° Juzgado de Garantía de Santiago acogió a tramitación el recurso. La familia exige una indemnización de más de $600 millones.
Desde el día de la operación cambió drásticamente la vida de la madre y hermanos de la doctora.
La forense es cuidada día y noche por enfermeras. Se alimenta con sondas y usa pañales. Los gastos que implica mantenerla hospitalizada en su hogar ascienden a más de 5 millones mensuales.
Sus hermanos se encargan de comprar los medicamentos y alimentos especiales que se requieren.
El año pasado, cuando se cumplieron 3 años de la cirugía que truncó la vida de Patricia, su madre, Nora Mellado, organizó en su casa de Ñuñoa, donde permanece la tanatóloga, un encuentro con los amigos y cercanos de la enferma.
Su familia logró el objetivo de que éste fuera un encuentro "de alegría, unidad y reflexión", según recuerdan.
Patricia se encuentra en su habitación de siempre. Desde que se separó se quedó viviendo en la residencia de su madre junto a su única hija Estrella Azócar.
Le encantaba estar con sus hermanos y reunirse con amigos a los que solía interpretarles el I Ching en el living de la casona familiar, decorada con muebles rústicos y plagada de recuerdos.
Hoy tiene la mirada extraviada, y a veces, sufre convulsiones. A veces es afectada por dolores intensos, porque al parecer el cáncer que la afecta, y que no fue tratado, podría haberse generalizado, detalla su hermana.
Ximena remarca que mucha gente cree que su hermana está "descansando", pero que en realidad "se ve que sufre y que es afectada por agudas molestias" .
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