Familia de fallecido en Coyhaique descarta versión de ministro Mañalich y dicen que él apoyaba la movilización

Sus familiares aseguraron que respaldan el movimiento de protesta en Aysén. "Mi viejo murió pensando lo mismo, y por eso pedimos que respeten nuestro luto", aseveró hijo del fallecido, en declaraciones citadas por el sitio de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF).

Los parientes de Ramón Mañao Millapinda, enfermo terminal fallecido en Coyhaique cuyo caso fue denunciado por el ministro de Salud, Jaime Mañalich, desestimaron la versión sostenida por el secretario de Estado en cuanto a que el deceso se relacionó con los cortes de caminos que se registran en la zona austral.

Mañalich había afirmado el jueves por la tarde que el enfermo había perdido la vida mientras esperaba una ambulancia, cuyo desplazamiento fue bloqueado por las barricadas instaladas por manifestantes en la ciudad.

En una declaración entregada por Claudio Fournier, hijo del fallecido, la familia afirmó que "no responsabilizan a nadie" por el deceso de Mañao, porque se debió a una muerte natural.

"Ramón estaba feliz con su región movilizada", aseguraron, en declaraciones recogidas por radio Bío-Bío.

Los familiares recalcaron que el día en el que ocurrió el hecho hicieron notar telefónicamente a los funcionarios del servicio de emergencia que en ese momento había rutas abiertas hasta el domicilio.

Añadieron que varios de ellos, que se movilizaban en automóviles, habían conseguido llegar pese a los bloqueos, según declaraciones consignadas por Soychile.cl.

De hecho, precisaron que habían especificado a los funcionarios del centro asistencial la ruta de acceso libre para poder llegar hasta el lugar donde se encontraba Mañao.

No obstante, revelaron que desde el hospital les contestaron que la ambulancia no acudiría hasta el amanecer, pese a que a esas alturas el enfermo ya había fallecido. En ese momento, sus parientes solicitaban que acudiera personal de salud para iniciar los trámites relacionados con el deceso.

Mañao sufría cirrosis hepática y problemas renales y se encontraba en estado terminal.

Sus familiares aseguraron que respaldan el movimiento de protesta en Aysén. "Mi viejo murió pensando lo mismo, y por eso pedimos que respeten nuestro luto", aseveró Fournier, en declaraciones citadas por el sitio de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF).