Comayagua,
Honduras
La Prensa. hn
"Cuando empezó el fuego les gritamos a los que tenían las llaves que abrieran pero no quisieron, más bien nos hicieron disparos. Unos se tiraron por la parte de arriba y por eso se fracturaron".
Así relató el privado de libertad Rubén García, uno de los sobrevivientes a la tragedia en el centro penal de Comayagua, el infierno que se desató una vez que se produjo el fuego que consumió la mitad de esa instalación y que dejó como saldo cerca de 364 fallecidos.
Precisamente lo que más llama la atención del relato es el testimonio de que hubo disparos al momento del incendio, lo que se constata en una cinta publicada este día por laprensa.hn.
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, dijo que se aisló la zona de la tragedia para verificar si existen indicios de que hubo disparos en la escena y de cuáles fueron las causas reales del incendio. "No quiero decir con esto que haya habido algo inusual hasta el momento".
Hasta ahora la Policía no se ha referido en torno a los disparos que los agentes del orden habrían hecho. Por su parte, la Fiscalía anunció una investigación exhaustiva sobre el hecho, considerado como el más mortífero entre los incidentes en cárceles de Latinoamérica.
Se conoció en horas de la mañana que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) enviará una delegación para investigar el voraz incendio, mientras las autoridades hondureñas anunciaron la suspensión temporal del director de centros penales, Danilo Orellana.
Pánico
¡Sentíamos gran miedo, nos estábamos quemando!" Los relatos desgarradores de los sobrevivientes de la tragedia en la Granja Penal de Comayagua evidencian los momentos de desesperación que vivieron al intentar ponerse a salvo. Trataron de huir de las llamas y aunque muchos corrieron con suerte, más de tres centenares están muertos... calcinados.
El relato es de Tiberio, uno de los sobrevivientes que estaba siendo atendido en el Hospital Escuela, adonde llegó después de tres horas de camino por la carretera que conecta a Comayagua con la capital de Honduras, Tegucigalpa.
"Nos estábamos quemando, sentíamos pánico y más cuando no nos abrían las celdas", expuso el reo que presenta quemaduras graves tras el siniestro que devoró la Granja Penal de Comayagua, considerada una de las menos riesgosas de Honduras.
"No nos abrían los portones, hasta que llegó un enfermero y por fin logramos salir", relató nervioso el recluso al expresar que sintió momentos de pánico porque creía que como muchos de sus compañeros perecería quemado.
Según relatos de testigos, algunos de los reclusos que consiguieron escapar de las llamas rompieron el techo; en tanto que hay versiones preliminares de que varios reos se fugaron.
Las hipótesis
Según información no confirmada por autoridades, la tragedia la podría haber sido causado por un cortocircuito.
El portavoz de la Secretaría de Seguridad, Héctor Iván Mejía, dijo a los periodistas que por la información preliminar que se ha recibido, "al parecer un cortocircuito" habría sido la causa del siniestro en uno de los dos módulos del presidio, a unos 80 kilómetros de la capital hondureña.
Sin embargo, otras versiones preliminares señalan que el incendio pudo haber sido originado por un reo identificado como Elvin José Colindres Ramírez. Además han trascendido versiones sobre que mediante una llamada telefónica se alertó sobre la posibilidad que se iba a producir un incendio en el centro penal.
La goberandora de Comayagua, Paola Castro, dijo hoy que a las 11.10 de la noche del martes recibió una llamada de un interno que le dijo que "le voy a meter fuego a esto y vamos a morir todos. Nos estamos quemando, nos estamos muriendo todos".
Castro había trabajado durante años en la Granja Penal, razón por la cual era conocida por muchos internos y que explicaría el por qué se produjo la comunicación directa. Castro, sin embargo, no identificó al recluso que hizo la llamada, pero de inmediato alertó a los bomberos y la Cruz Roja que no pudieron ingresar al penal debido a las medidas de seguridad.
"Los que pasó nos extraña porque era un centro penal modelo", dijo.
El centro penitenciario tiene una población penal de unos 800 reos, según datos oficiales.
El portavoz de la Policía, Iván Mejía, indicó que el personal del Ministerio Público y otras autoridades procederán al recuento de los fallecidos, heridos y también de los fugados.
Los forenses deberán identificar a algunos de los cuerpos que están "carbonizados", explicó Mejía.
Los reos heridos fueron trasladados al Hospital Escuela de Tegucigalpa, entre ellos una treintena con quemaduras graves, mientras que la mayoría recibió asistencia en el Hospital Santa Teresa, de la colonial ciudad de Comayagua.
El incendio comenzó sobre las 22:55 horas del martes (04:55 GMT de hoy), según el informe del Cuerpo de Bomberos.
El 17 de mayo de 2004, unos 107 reos murieron quemados en un incendio en el presidio de San Pedro Sula, norte, la segunda ciudad del país.
Entonces el suceso fue atribuido a fallas estructurales de la prisión, lo que evidencia todo el sistema penitenciario de Honduras.
El 5 de abril de 2003, unos 66 reclusos y tres mujeres, incluida una menor de edad, que visitaban familiares en la Granja Penal de El Porvenir, cercana a la caribeña ciudad de La Ceiba, murieron en una matanza que se produjo entre reos miembros de pandillas y otros presos comunes.
Medios internacionales como El País , muestran imágenes de lo que sucedió la noche del martes en el centro penal de Comayagua.
Siguen los motines en penales de Honduras
Con este sería otro más de los numerosos casos de revueltas en centros penales de Honduras.
Uno de los más recientes ocurrió el en Centro Penal Sampedrano, el 15 de octubre donde hubo nueve muertos tras una riña entre paisas.
El llamado a las autoridades es permanente para mejorar el estado en que habitan los privados de libertad en Honduras.
Vea la serie: Crónicas desde el penal
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