Salvador Allende murió con tiro de gracia dado por uno de sus escoltas, según escritor y periodista chileno. El ex mandatario habría quedado herido y un ex policía de Investigaciones le habría provocado un "suicido asistido"
Cambio 21
El escritor Camilo Taufic sostuvo que el Mandatario se disparó en la cabeza con una pistola, pero sólo quedó malherido. Basa sus argumentos en declaraciones de los asesores del presidente Allende Víctor Pey, Joan Garcés y los análisis del médico legista Luis Ravanal.
El Presidente Salvador Allende se disparó en la cabeza con una pistola el 11 de septiembre de 1973 en el Palacio de La Moneda durante el golpe de Estado, pero quedó malherido y uno de sus escoltas debió darle el tiro de gracia, según sostiene el escritor y periodista Camilo Taufic.
El autor presentó en una entrevista con EFE los resultados de la investigación que ha realizado en los últimos años y que concluye con la tesis de que la muerte del ex Mandatario fue un "suicidio asistido".
El encargado de rematar a Allende, según las indagaciones de Taufic, fue Enrique Huerta, intendente de Palacio y miembro de la guardia personal del presidente, los llamados GAP (Grupo de Amigos Personales), en un "acto de solidaridad humana y política".
Esta versión de los últimos momentos del presidente de la Unidad Popular difiere de la más difundida hasta ahora, aceptada incluso por la familia, que sostiene que Allende se mató disparándose en la barbilla con un fusil de asalto AK-47 que le había regalado Fidel Castro
Para Taufic, esta explicación obedece a un plan ideado por los militares golpistas para hacer aparecer a Allende empuñando un arma rusa, regalada por un jefe de Estado comunista, con la cual se dispararía en defensa de su Gobierno, ligando el fracaso de la vía pacífica y la vía armada al socialismo". "
El primer argumento de Taufic para desbaratar la versión del suicidio con el fusil ametrallador AK-47 regalado por Fidel Castro es que esa arma no estaba en La Moneda, sino que Allende la guardaba como si fuera un trofeo en su residencia de El Cañaveral.
El periodista asegura que cuenta con el testimonio directo de los españoles Víctor Pey y Joan Garcés, asesores personales de Allende, que frecuentaban la residencia del Presidente. Taufic se inclina por la tesis de que Allende se disparó con una pistola que, según testigos de la época, guardaba en un cajón de su escritorio.
Refuerza esta posibilidad un informe del año 2008 del experto forense Luis Ravanal que detectó anomalías en el análisis de la autopsia de Allende, y llegó a la conclusión de que el cráneo recibió dos impactos de bala de armas de diferente calibre.
Según ese informe, hay un orificio de entrada en la zona superciliar derecha y uno de salida redondeado en la zona posterior de la bóveda craneana que no coinciden con un disparo efectuado por un fusil, pero que podrían corresponder al de una pistola o un revólver.
El forense confirmó también que el cadáver había recibido un disparo de calibre mayor en la barbilla que le destrozó el cráneo, aunque precisó que fue realizado a corta distancia, no a bocajarro, como indicaría la tesis oficial del suicidio.
El forense confirmó también que el cadáver había recibido un disparo de calibre mayor en la barbilla que le destrozó el cráneo, aunque precisó que fue realizado a corta distancia, no a bocajarro, como indicaría la tesis oficial del suicidio.
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