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domingo, 13 de junio de 2010

Coronel (R) Carlos Carreño afirma a 22 años de su secuestro que hubo una asociación entre la Fach y el Ejército con el Frente Patriótico Manuel Rodríguez tras una fracasada venta de armas y aviones a Irán

Fuente Cambio21

"He querido presentarme al tribunal para ampliar mi declaración, toda vez que con el tiempo he analizado con calma la situación de la cual fui víctima y he recordado una serie de sucesos que en su momento no declaré, ya que siempre contesté lo que me preguntaban", sostuvo el ex gerente de Famae, coronel (R) Carlos Carreño Barrera (62), al ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago Mario Carroza a casi 22 años de su secuestro.

Con su testimonio, Carreño busca ayudar a esclarecer el motivo del plagio que sufrió el 1 de septiembre de 1987 a manos de un comando del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y que hoy afirma que fue planeado junto con agentes militares.

En el texto, que es su última declaración judicial, realizada el año pasado, Carreño afirma, por primera vez, lo que en anteriores declaraciones sólo había dejado entrever: "He llegado a la conclusión de que el Ejército o la Fuerza Aérea se coludió con algún organismo de izquierda para realizar mi secuestro", según publica “La Tercera”.

En su declaración ante el juez Carroza, Carreño afirma que el plagio puede estar ligado a la secreta operación de venta de armas y aviones a Irán.

El ex militar relata que, inicialmente, el negocio era vender bombas llamadas "avispa" a Nigeria, pero que esto derivaría en una transacción con Irán. Esa operación terminaría por provocar roces entre la Fuerza Aérea (Fach) y el Ejército, pues se incluyó el traspaso de aeronaves a Teherán.

El coronel (R) cuenta que durante las pruebas realizadas en Irán, una de las bombas de Famae presentó una falla que destruyó un avión de guerra.

"Poco tiempo después, una delegación compuesta por el ingeniero francés Berrnard Stroiazzo, acompañado por una muy alta autoridad iraní, Ahmadi Hosseni, vino a Chile a negociar un contrato con Famae de US$ 200.000.000 en suministros militares y la condición única era la entrega de un avión F-5 de la Fuerza Aérea en Chile, en compensación al siniestrado durante las pruebas en Irán", explica Carreño.

El ex militar precisa que los extranjeros "traían documentos en que contaba una negociación secreta entre la Fuerza Aérea de Chile y algún país árabe o islámico para la venta de los 15 aviones F-5 de la Fach. Esto lo hacían a modo de chantaje". "Estos (antecedentes) pueden ser indicadores de un motivo de mi secuestro, ya que yo fui quien atendió a los iraníes, los fui a buscar al aeropuerto, no quedando registro de su ingreso al país. Ellos llegaron en un avión civil y en el aeropuerto fueron escoltados por personal de Inteligencia de civil, no sé si de la Dine (la Dirección de Inteligencia del Ejército) o CNI. Yo era el principal testigo", relata el ex gerente de Famae.

Asimismo, sostiene que un tiempo antes del plagio "fui objeto de un seguimiento muy burdo, ya que era notorio. Siempre había personas revisando los postes de luz, fotografiando a mis perros, situación que di cuenta al director de Famae, señor Renato Varela, general de Brigada (ya fallecido), quien no me hizo caso".

Carreño cuenta que le pareció "muy extraña" la facilidad con que sus secuestradores lo sacaron hacia Argentina, donde también permaneció cautivo por el comando rodriguista. También expone sus sospechas respecto de la actuación del Ejército tras el secuestro.

"El general Arturo Alvarez, que fue mi comandante cuando yo era capitán en el Regimiento Copiapó, días después del secuestro, estando en mi casa, increpó al general Hugo Prado, director del Dine, para que pagara el rescate de US$ 6.000.000. El general Prado estaba de acuerdo en pagar el rescate, esto lo discutieron delante de mi esposa y mi padre. Sin embargo, el Ejército se oponía a pagar".

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