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viernes, 11 de junio de 2010

Se han reunido con el subsecretario de Fuerzas Armadas, Alfonso Vargas

Los acercamientos de ex militares con el gobierno para lograr el indulto Bicentenario

La renuncia de Miguel Otero cayó pésimo en los círculos de oficiales en retiro que durante las últimas semanas han manifestado en todos los tonos la necesidad de que sus camaradas condenados por violaciones a los Derechos Humanos queden en libertad, o se revisen caso a caso sus procesos, tal como lo prometió Piñera durante la campaña.


"Si usted no atiende nuestras demandas, yo soy capaz de publicar una inserción en los diarios pidiendo disculpas a toda mi gente por haberle pedido que votaran por el Presidente”, dijo un general en retiro de Carabineros, marcando uno de los puntos más álgidos en la reunión que sostuvo a mediados de mayo, con el Subsecretario de Fuerzas Armadas, Alfonso Vargas. El ex diputado RN pidió que ante todo mantuviera la calma y que el gobierno está consciente de sus inquietudes. Pero uno de los asistentes afirma que la sensación a la salida fue de “desilusión”.
En Defensa confirman que este tipo de encuentros han sido habituales en el último tiempo. “Cuando no puede recibirlos el ministro lo ha hecho alguno de los subsecretarios, pero no ha sido algo a nivel de asamblea, sino en forma individual y parcelada y con una agenda amplia de temas”, explican en el departamento de Comunicaciones del ministerio. Entre los que han asistido está el general (R) Gastón Frez Arancibia, vicepresidente de la Corporación 11 de Septiembre, que agrupa a algunos oficiales en retiro.

Los “presos de la venganza”

Precisamente, la escena descrita ocurrió días después de que esta corporación entregara una carta dirigida a Sebastián Piñera, el 18 de mayo. En esta solicitan al Presidente “como tributo al Bicentenario, dejar atrás el pasado, en beneficio de un reencuentro entre la ciudadanía y sus Fuerzas Armadas”.
Piñera aseguró a los diputados comunistas, Tellier y Gutiérrez, que no habría indulto Bicentenario para condenados por causas de Derechos Humanos.
En términos prácticos eso significa “lograr que se termine con la detención de los hombres que se la jugaron por la libertad de este país. Estamos enfrascados en que se libere a nuestros presos políticos, los presos de la venganza. Especialmente respecto a las personas condenadas por secuestro permanente, un delito que no existe, una aberración ¿Cómo una persona va a vivir 120 años?”, se pregunta Jorge González, ex militar y presidente de la Corporación 11 de Septiembre.
González, desde una pequeñísima oficina plagada de fotos de Pinochet y referencias al régimen militar, como una gigantografía de la Libertad rompiendo sus cadenas, dice que “el Presidente tiene una deuda de honor con nosotros porque cuando él necesitaba nuestros votos, los votos nuestros estuvieron, porque él prometió que se iba a hacer justicia”.
El ex militar se refiere al encuentro del 8 de noviembre pasado, organizado en el Círculo Español con militares en retiro. En ese minuto Piñera entonces candidato, sacó aplausos cuando habló de aplicar “correctamente la prescripción de los delitos” y “no mantener procesos ad eternum”.
Pero según fuentes consultadas en el Ministerio de Justicia, en este momento nada de eso forma parte de la agenda en el corto plazo.

Los desaires de Piñera

En otra de las reuniones que han ocurrido en el último tiempo, un ex general de Ejército dijo a Vargas que “si no cambia la actitud hacia nuestra gente, como lo hicieron otros gobiernos con los terroristas que fueron derrotados, nosotros lo vamos a considerar como una traición”.
La misma fuente afirma que los ex oficiales “se sienten traicionados y desilusionados por este gobierno donde hay muchos civiles que participaron en el gobierno militar. Hasta ahora, no hemos querido perjudicar al Presidente y su trabajo en torno a la unidad del país, pero todo tiene un límite”, aseguran.
Por ahora, los militares en retiro de la organización que representa González dicen que han hecho un esfuerzo en olvidar otras “afrentas” del Presidente, como que durante su campaña haya dicho que el peor gobierno de la historia fue el de Pinochet, y además que haya reconocido haber votado por el NO en el plebiscito de 1988.
En medio de estos acercamientos entre el gobierno y los militares, el 28 de mayo pasado, murió en Punta Peuco, víctima de cáncer, el Suboficial en retiro Héctor Vallejos, condenado a cinco años por doble homicidio calificado del matrimonio formado por el argentino Bernardo Lederman y la mexicana María del Rosario Ávalos, en diciembre de 1973.
Vallejos había solicitado indulto al entonces ministro de Justicia, Carlos Maldonado, en razón de su estado de salud, petición que le fue negada. Por eso, su caso para los militares en retiro se ha vuelto un símbolo.
Pero con todo “es una pena, las señales no son buenas”, dice Jorge González, recordando lo que ocurrió esta semana con Miguel Otero. En cambio, Piñera aseguró a los diputados comunistas, Tellier y Gutiérrez, que no habría indulto Bicentenario para condenados por causas de Derechos Humanos.
Iglesia y masonería
Donde sí han encontrado acogida los militares en retiro es en las iglesias. Han tenido reuniones con representantes de los evangélicos y con la Iglesia Católica, que impulsa la iniciativa del indulto Bicentenario. Según afirma González, monseñor Cristián Precht ha oficiado misa para los internos en Punta Peuco y el penal Cordillera. Paralelamente, también las organizaciones de ex militares se han reunido con la Masonería, encabezada por el ex rector de la Universidad de Chile, Luis Riveros.
Rodeado de unos 20 adherentes, la gran mayoría ancianos de apariencia humilde, a los que no parece haber tocado ninguna porción de los US$ 23 millones acreditados como la fortuna de Pinochet, Jorge González levanta la voz: “El gobierno se ha hecho el tonto para evitar problemas, y ha tapado esta injusticia debajo de la alfombra, pero ahora esta injusticia empieza a oler mal y a nosotros nos molesta,” dice.
Suena un celular con el rington de Lily Marlen, una de las marchas alemanas preferidas de Pinochet, y la conversación se interrumpe por unos segundos. Luego González retoma el hilo: “Si no responden la carta que enviamos al Presidente, entonces vamos a emprender otras acciones, de aquí a Septiembre, que es el plazo que nos hemos puesto”.

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